Tal y como anunciábamos ayer, a través de los medios de comunicación oficiales de la Hermandad Sacramental de Los Gitanos, este año, atendiendo a la responsabilidad solicitada rezaremos en casa el ejercicio de Quinario a Nuestro Padre Jesús de la Salud.

Hoy comienza el Solemne Quinario en honor y gloria al Señor de la Salud, y nada nos va a impedir hacer este ejercicio desde nuestras casas. Por ello, a las 20:30 horas en las Redes Sociales de la Hermandad, página web y WhatsApp se lanzará los medios oportunos para rezar el Quinario, acceder a las lecturas del día, la oración de fieles, así como la oración, contemplación y acción del Rvdo. Padre D. José Román Flecha, Sacerdote de la Diócesis de León y Catedrático de Teología Moral, quien hubiese Ocupado la Sagrada Cátedra.

Además, todos aquellos hermanos, fieles y devotos que en días anteriores han visitado el Santuario, han podido comprobar que el equipo de Priostía ha trabajado en el montaje del Altar para la celebración de estos cultos. Conoce toda su simbología y así como el atavío de nuestros titulares para esta ocasión.

El altar de Quinario está presidido por la Imagen de Nuestro Padre Jesús de la Salud que viste su túnica bordada realizada por el taller de sucesores de Elena Caro. La misma recrea, con el dibujo de Rafael Rueda, la que poseía el Señor atribuida a Ojeda y perdida en 1936.

Es de terciopelo de seda y va bordada en oro con motivos de gran riqueza ornamental y simbólica. Hojas de cardo y acanto, que representan el sufrimiento y las adversidades de la vida, entrelazadas con flores que simbolizan virtudes. Todo ello, reforzado con el lirismo del color morado del soporte.

El simbolismo de la obra se completa con un original cíngulo, que reproduce el primitivo que conservamos, y lleva en la cintura una hermosa rosa de pasión tejida en hilo de oro fino por Jesús Spínola de cordonería Alba.

El conjunto del Altar muestra un alto sentido teológico porque refleja de forma plástica, el mensaje de Cristo como Rey, que con su Pasión nos redime a todos. Ambas piezas, túnica y cíngulo, fueron donadas por un grupo de hermanos y devotos en 2017.

A Su derecha, María Santísima de las Angustias que viste su saya más antigua. Se trata de la única pieza conservada del ajuar de la Dolorosa de Montes de Oca desaparecida en 1936. Está atribuida a Ojeda en 1893, es de terciopelo burdeos y está bordada en oro con dibujo asimétrico.

El Manto es de terciopelo de seda morado bordado en oro por Fernández y Enríquez en 1995. El Fajín fue realizado en 2003 por la hermana Pilar Barranquero, con ricos tejidos brocados en oro y sedas del siglo XVIII donados por un sacerdote devoto de la Virgen. Proceden de casullas antiguas con decoración floral de rosas y predominando el tono rosa, como corresponde al color usado en la liturgia del cuarto domingo de Cuaresma, cuando celebramos nuestros cultos, y que se llama domingo de Laetare que significa alegrarse, porque la antífona de este día comienza así, “alégrate Jerusalén”. Por eso, se alivia el morado cuaresmal por el rosa, para representar la alegría de la proximidad de la Pascua .

El tocado es un tejido procedente del ajuar de la Virgen. Una preciosa gasa bordada semejando un brocado. Lleva pañuelo de encaje dorado donado por hermanas y unos puños donados por un hermano con un magnífico encaje Duquesa del siglo XIX.

A Su izquierda la imagen de San Juan Evangelista obra del imaginero ayamontino José Vázquez Sánchez en 1954 .

En el Manifestador la Imagen de Cristo crucificado obra de Darío Fernández, con un fondo a modo de dosel de tisú dorado y ángeles de seda de principios del siglo XX donado por una hermana para su uso en los cultos. Remata un respiradero neogótico a modo de peana como ocurre con la Santísima Virgen y San Juan.

Igualmente, la hermandad ha adquirido este año el frontal de tisú dorado y flores de seda, también, de principios del XX y que completa el altar, bajo los ángeles pasionistas del paso del Señor obra de Francisco Buiza.

El bosque de velas al igual que el año pasado ha sido colocado en candeleros de madera dorados.

En el remate superior encontramos un templete presidido por un precioso cuadro antiguo de la Virgen del Pópulo realizado al óleo sobre cobre. Está portado por dos ángeles de orfebrería procedentes de una peana de la Virgen realizados con modelos de Buiza. Completa el exorno un ramillete de flores del talco del siglo XIX.

El motivo de poner esta Imagen, es la estancia de nuestra Hermandad desde casi sus orígenes en dicho convento del Pópulo donde se veneraba y presidía esta advocación de la Virgen. Cuenta la tradición que se fundó el convento en honor de Santa Mónica en 1625 pero que un año después, en el conocido como año del diluvio, la ciudad fue azotada por una crecida tremenda del Guadalquivir que inundó el barrio del Arenal. En un zaguán de la calle Harinas había un hermoso cuadro de la Virgen del Pópulo (devoción que proviene de Roma) con su lamparita de aceite. Ambos elementos fueron descolgados por el agua, flotando durante tres días y tres noches bajo el temporal, sin alejarse la lámpara del cuadro ni apagarse a pesar de no tener aceite. Este hecho milagroso hizo que los propietarios decidiesen donar el cuadro a un convento y echándolo a suerte con todos los de Sevilla, la mano inocente de un niño sacó dos veces el nombre de los Agustinos, que llevaron la Virgen a su templo pasando a denominarse del Pópulo desde entonces.

Allí convivió su devoción con la del Señor de la Salud y la Virgen de las Angustias durante más de 80 años. En recuerdo del milagro de la lamparilla hemos puesto una de plata que porta el ángel de la derecha del cuadro.

Remata el templete el anagráma de María y un pabellón con corona real. La mesa de altar ha sido revestida con un paño de altar de tisú de oro bordado en oro con espigas y uvas obra de principios del siglo XX adquirido por la Hermandad para realzar los cultos. Se ha colocado  en el bajo, el escudo agustino que presidía el frontal del palio de la Virgen de las Angustias de Caro desde 1938 hasta 1971 en que en una restauración, fue sustituido por el escudo de la Hermandad de nueva factura.

Durante la realización de la nueva túnica del Señor en 2017 comentamos este hecho a los Sucesores de Caro y Carla Elena tuvo el generoso gesto de donar a la Hermandad tan entrañable reliquia que conservaba con cariño en su taller.

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