La Hermandad Sacramental de Los Gitanos reunión a todos los Diputados Mayor de Gobiernos de las Corporaciones sevillanas de la Madrugá para visualizar la empatía y la similitud de visiones que se tenía, sobre esta jornada.
Este viernes 1 de marzo, en la nueva Casa-Hermandad de Los Gitanos tenía lugar sobre las 21:15 horas la mesa redonda “Visión completa de la Madrugá”. La misma estuvo moderada por nuestro hermano y periodista Alfredo Guardia y presidida por el Hermano Mayor de esta corporación, José María Flores. Como participantes de la misma estuvieron, Eduardo Rodríguez Alonso, de la Hermandad del Silencio; José Manuel González Colchón por la Hermandad del Gran Poder; de la Hermandad de la Macarena, José María del Cantillo Jiménez; por la Hermandad del Calvario, Joaquín Rodríguez Mateos; desde la Hermandad de la Esperanza de Triana, Ricardo Cauñago Salado; y por parte de la Hermandad de Los Gitanos, Juan Carlos García Ibáñez.
“Visión completa de la Madrugá” Pretendía ser una mesa para visualizar la empatía y la similitud de visiones que se tenía por parte de todas y cada una de las hermandades de la Madrugá. Y se consiguió.
Independientemente de las especificidades obvias de cada corporación, las intervenciones de los seis Diputados Mayor de Gobierno mostraron bien, a las claras, que el espacio que ocupaban durante la noche Santa de Sevilla y las problemáticas que de ello se derivaban, les son muy comunes.
El cumplimiento de horarios como premisa, la voluntad de ayuda mutua y el considerarse dentro de una misma Iglesia y un mismo objetivo, la evangelización y el testimonio cristiano, hacen de la jornada una sola cofradía desde la Cruz de Guia de la Hermandad del Silencio hasta el último músico del paso de palio de la Virgen de las Angustias. Esa es la voluntad y eso es lo que mueve el proceder de los responsables de cada cofradía para, aún entendiendo la inmediatez que las circunstancias imponen para este año, buscar soluciones a la jornada duraderas en el tiempo y acordes con la necesaria concordia entre hermanos de un mismo Cristo.
¿Tarea difícil?, SÍ, sin duda, pero contamos con la mejor de las ayudas, la de una misma fe y un mismo objetivo, el de ser servidores de Cristo y por ende de nuestros hermanos, o lo que es lo mismo, de servicio a nuestra ciudad y a su pueblo.
