Con motivo del comienzo del novenario que la Iglesia consagra a la Inmaculada Concepción de María, la Santísima Virgen de las Angustias ha sido ataviada con los colores propios de esta advocación.
Porta manto celeste de raso y saya de tisú, ambos bordados en plata por Fernández y Enríquez en 2003. El tocado es un encaje antiguo. Estrena una magnifica toca de sobremanto. Es un valioso encaje de Bruselas, obra del siglo XIX que ha sido donado, generosamente, por su cuadrilla de costaleros quienes la entregaron en el ofertorio de la Función Solemne a María Santísima de las Angustias, del pasado 8 de septiembre.
Los puños son también antiguos y de aplicación de Bruselas. El fajín está realizado con telas y galones antiguos donados por varios hermanos y el pañuelo es de encaje antiguo, francés, de plata.
Como abalorios lleva la medalla de la Virgen de los Reyes, Patrona de la ciudad de Sevilla que en esos días celebra el aniversario de coronación. También porta una cruz isabelina, la medalla de los Desamparados, el broche de los donantes de órganos, un broche de plata y un broche antiguo de pedrería fruto de diferentes donaciones.
En su cintura, evocando a este tiempo premio a la Navidad, lleva una estrella de pedrería antigua donada por una devota. En su mano izquierda porta la azucena bordada y donada por las Hermanas Martín Cruz en 1988 y que simboliza su Pureza en esta entrañable fiesta de la Inmaculada. Finalmente, el precioso Rosario que porta es de principios del siglo XX de plata y marfil donado por Enrique Rasco.
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