Once años después y tras dos intentos fallidos por causas meteorológicas, quiso Dios, que a la tercera fuera la vencida. Repitiéndose patrones, 2 de marzo, mañana gris y lluviosa, pero en esta ocasión, todo iba a ser diferente.
La mañana desapacible, dio paso a una tarde soleada, muy sevillana. Todo parecía concordar para ser el escenario perfecto para una de las jornadas, que por siempre, quedarán marcada en el libro de la historia de la Hermandad Sacramental de Los Gitanos.
Un nuevo 2 de marzo, fecha sevillana por excelencia, en la que la ciudad se echa a la calle para visitar el Convento de las Hermanas de la Cruz y conmemorar el aniversario de la muerte de Santa Ángela.
Pero a partir de ahora, el 2 de marzo, también será el día en el que el Señor de la Salud conmovió a Sevilla presidiendo un Vía Crucis multitudinario, poniendo de manifiesto que la Fe está más viva que nunca.
El lunes primero de cuaresma comenzaba con tintes de Jueves Santo. Un Santuario por el que un trasiego de ir y venir de hermanos y devotos del Señor hacían acto de presencia para disfrutar de la previa al Vía Crucis. Pasada la media mañana, se celebraba la eucaristía delante de las andas, cuya homilía corrió a cargo de D. Marcelino Manzano Vilches, Delegado Episcopal para las Hermandades y Cofradías de Sevilla quien con unas emotivas palabras nos llamó a ser luz y a repartir Salud por Sevilla.
A partir de ahí, todo transcurrió como un sueño, entorno a las 16:30 horas las puertas del Santuario se abrían para comenzar el traslado hasta la Santa Iglesia Catedral de Sevilla. Un cortejo formado por 500 hermanos precedían a las andas del Señor de la Salud que ante una plaza expectante hacia su salida uno 20 minutos después.
El Señor salió vestido de Majestad, con todos sus atributos y recreando una estampa añeja, de nuestros antepasados donde el estilo neogótico se alternaba con el romántico o decimonónico.
El traslado de ida hacia la catedral, multitudinario, en el que hermanos, devotos, Hermandades, cuerpos de seguridad… y la ciudad de Sevilla se volcó por completo, regalando momentos únicos, como la visita al Convento de las Hermanas de la Cruz, que coincidiendo con el 88 aniversario de la muerte de Santa Ángela, recibieron la visita del Señor de la Salud, ante el que se postraron para entregarle sus oraciones cantadas.
También fue una estampa para la historia el paso del Señor por la Plaza de San Francisco que coincidió con la proyección en la fachada del Ayuntamiento de la Imagen del Gran Poder, coincidiendo con el 400 aniversario de la hechura de la Sagrada Imagen del Señor que esculpió Juan de Mesa, instantáneas únicas para el recuerdo.
Al igual que los momentos que vivieron los portadores. Hermanos costaleros, hermanos gitanos, hermanos músicos, Hermandades de Sevilla, el Consejo, el Ayuntamiento, cuerpo de seguridad, Hermandades de Los Gitanos de Madrid, Utrera, Lebrija, Jerez…, Hermandad Matriz de Almonte, Hermandades de Cantillana… todos querían portar al Señor en algún momento del recorrido. Hasta los marineros del arrabal trianero, que forman parte de la Banda del Santísimo Cristo de las Tres Caídas vistió su uniforme de gala para portar al Señor que también tiene algo de trianero. Sin ir más lejos sus raíces, donde gitanos de Triana, con fe, ahínco y valentía, fundaron en 1753, en el Convento del Espíritu Santo, esta Corporación.
Pero si popular fue el traslado de ida, el ejercicio del piado Vía Crucis en el interior de la Catedral no fue menos. Un claro ejemplo de que en Sevilla, la fe sigue viva. Este acto organizado por el Consejo General de Hermandades y Cofradías de Sevilla aplicaba sus intenciones en el 2020 especialmente “para que la estación de penitencia y las prácticas de piedad de la Cuaresma constituyan para los cofrades un encuentro personal con Jesucristo y las hermandades sean auténticas escuelas de vida cristiana, para así potenciar el sentido evangelizador de la piedad popular”.
El Señor de la Salud fue presidiendo las 14 estaciones indicadas por 14 cruces de guías de diferentes hermandades sevillanas y que fueron rezadas por otras 14 hermandades en un clima de auténtica fe cristiana bajo la nave catedralicia. El ejercicio penitencial llegaba a su fin con la reflexión cuaresmal y bendición del Sr. Deán del Cabildo Catedral, D.Teodoro León.
A las 21:50 horas, aproximadamente comenzaba el traslado de vuelta al Santuario de Nuestro Padre Jesús de la Salud y María Santísima de las Angustias. Para ello, la Hermandad de Los Gitanos eligió un recorrido más íntimo, por el que difícilmente volveremos a ver pasar al Señor de la Salud y del que Sevilla no quiso perderse ni un detalle.
El repique de campanas de la Catedral, en torno a las 22:20 horas, anunciaban la salida de las andas, el silencio tomó la Plaza de la Virgen de los Reyes y la multitud allí congregada esperaba de nuevo el ser bendecida por la Salud de Los Gitanos.
Un recorrido insólito, a la vez que nos recordaba a nuestros orígenes, pues volvimos, esta vez de visita, a San Nicolás actual sede canónica de la Hermandad de la Candelaria. Una de esas parroquias que durante los años 1860 1880 dio cobijo a esta Hermandad en su época errante.
El Señor pasó por rincones cabales, íntimos y de auténtico recogimiento dejando a su paso un reguero de fe, emociones, pero sobre todo repartiendo Salud y aliviando Angustias, para llegar hasta alcanzar a su feligresía, su barrio, su parroquia, San Román.
Pasada las 01:20 horas de la Madrugada, la Hermandad de Los Gitanos de Sevilla daba por finalizada esta jornada histórica en la que sin duda alguna ha estado marcada por el multitudinario seguimiento.
Un Vía Crucis que ha llegado cuando tenía que llegar, once años después, pero llegó, porque en la Hermandad de Los Gitanos, en eso de esperar, tenemos experiencia. Pero mereció la pena.
Hemos escrito una nueva página en la historia de esta Hermandad. El 2 de marzo de 2020 será la jornada en la que se homenajeó a nuestras raíces, a nuestros fundadores gitanos, a todas aquellas personas, que pese a las cortapisas del momento supieron construir unos grandes cimientos en los que hoy se sustenta la Hermandad Sacramental de Los Gitanos, el día en que Sevilla se inundó de Salud.
Desde estas líneas agradecer a hermanos, devotos, Hermandades, autoridades civiles y eclesiásticas, cuerpos de seguridad, medios de comunicación… y a la ciudad de Sevilla por la forma en la que se vivió y se acogió la jornada del Vía Crucis 2020.