Tras la Estación de Penitencia a la S.M.I. Catedral de Sevilla, Nuestro Padre Jesús de la Salud vuelve a su altar. Para ello, ha sido ataviado con la túnica donada por un grupo de hermanos y que fue estrenada en su salida de 1977. La misma fue realizada por el Taller de Caro sobre terciopelo burdeos y bordada en oro sus bajos, cuello y bocamangas.
La Santísima Virgen de las Angustias preside de nuevo su camarín vistiendo la saya de tisú de plata bordada en oro atribuida a las Trinitarias de Cádiz y donada por Francisco Antúnez Espada, conocido futbolista del Betis y del Sevilla. En 1961 siendo entrenador del Recreativo de Huelva, a Antúnez le ofrecieron una prima si lograba acceder a Segunda División, la cual aceptó con la condición de que el regalo fuese una saya para su Virgen de las Angustias. Se logró el triunfo deportivo y se confeccionó la primera saya bordada de María Santísima de las Angustias.
Además, la Virgen lleva manto liso de seda azul donado por una hermana, y tocado de gasa dorada donado en 2002 por Manuel Ferreiro, colocado de una forma que ya usó en décadas pasadas. El fajín es de brocados blancos y dorados del siglo XVIII y XIX donado por dos hermanos al igual que el pañuelo antiguo de punto de aguja. Los puños son también antiguos, ofrenda de Soledad Barba. De su ajuar porta el broche isabelino de Patrona de los Donantes de Órganos, Cruz isabelina llamada del pajarito por el que la adorna y rosario antiguo de marfil con Niño dormido en la cruz, ofrenda de la familia Casablanca. Lleva también su diadema más antigua de plata sobredorada.
