“PUES PADECIENDO JUNTO A TU HIJO, DE NUEVO ALUMBRAS NUESTRA SALUD»

Concluimos el último día de Quinario a Nuestra Padre Jesús de la Salud, y lo hacemos con uno de los versos del himno de la Coronación de Nuestra Madre de las Angustias: “De nuevo alumbras nuestra Salud” que todos los domingos cantamos al finalizar nuestra Misa de Hermandad.

Hoy, este día tiene ese toque mariano que la liturgia permite ya que el sábado es el día de la Virgen. Además el impresionante altar del Quinario tiene un detalle que me ha encantado y por lo que felicito aún más a sus priostes. Se trata de la presencia de esa pintura que remata el conjunto, una copia magnífica del Icono Salus populi romani, la Patrona de Roma, que es la Salud, la Protectora del pueblo romano.

Procede de los primeros cristianos. Se encuentra en la Basílica de Santa María la Mayor en Roma. Según la tradición la Salus Populi Romani fue pintada por San Lucas en un trozo de madera de la mesa que se utilizó en la Última Cena de Jesús con sus apóstoles o bien, en una mesa construida por el propio Redentor que la Virgen María guardó tras su crucifixión. Esta misma leyenda nos dice que la pintura permaneció en Jerusalén y sus alrededores hasta que fue descubierta por Santa Elena en el siglo IV. Junto con otras reliquias sagradas, como la cruz en la que
murió Cristo, la pintura fue trasladada a Constantinopla, donde su hijo, el emperador Constantino el Grande, erigió una iglesia para su entronización. Más tarde, el icono sería trasladado por la propia Santa Elena a Roma.

En nuestra Hermandad la Salud se entreteje entre la Madre y su Hijo, Ella sufriendo junto a su Hijo nos da la Salud que es Jesús, nuestro Señor de los Gitanos. A Ella nos acogemos para que nos libre de esta pandemia, cuentan que el icono de la Salud de Roma fue sacado por el Papa San Gregorio Magno en el año 593 por las calles de la ciudad eterna para pedir el fin de una peste. Al llegar la comitiva al Castillo de Sant´Angelo, el papa vio a San Miguel con la espada defendiendo a la ciudad. Se acabó la epidemia, por eso el Arcángel remata el castillo más famoso de Roma.

En el pasado Vía Crucis de las hermandades y cofradías de Sevilla, el Señor de la Salud salió por nuestras calles llenándolas de fervor, emoción y sobre todo, oración, la que todos le pedimos en estos días, por mediación de su Madre de las Angustias: Que nos conceda su nombre, la Salud, a toda la ciudad de Sevilla y a todo el mundo. Que Ella, la que nos cuida, como buena Madre, interceda para que nuestras familias alcancen todas la ansiada salud del cuerpo y también la del alma.

Rvdo. Padre.  D. Juan Dobado Fernández OCD

Director Espiritual de la Hermandad

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