Con motivo de la conmemoración de los fieles difuntos y la posterior novena de Ánimas que celebra nuestra Hermandad, como es tradición María Santísima de las Angustias ha sido ataviada de luto. Porta saya negra de terciopelo bordada en oro en 2002 por Fernández y Enríquez, y manto de terciopelo morado, color utilizado en la liturgia para el sufragio por los difuntos.

Fotografía: Archivo de la Hermandad

Lleva su diadema más antigua y una forma de tocado que fue utilizado por la Virgen con asiduidad en la segunda mitad del siglo pasado, realizado esta vez con una gasa dorada donada por Manuel Ferreiro QEPD.
Fotografía: Quique Pérez

Fotografía: Quique Pérez

Como cíngulo porta un galón antiguo dorado, donado el año pasado por Enrique Casellas, en el centro de la lazada broche antiguo de filigrana y amatistas donado por la familia Casablanca y pañuelo de punto de aguja del siglo XIX donado por un hermano al igual que los puños de guipour antiguo. De este siglo es también el rosario de plata y cristal facetado donado por su camarera Antonia Fernández. Puñal de plata, la medalla de los Desamparados, cruz decimonónica y una cruz del siglo XIX de carey con incrustaciones de plata que fue donada por un hermano.

Ante nuestra Madre, tan hermosamente ataviada de luto rogamos por nuestros fieles difuntos, muy especialmente por las almas más abandonadas y olvidadas a las cuales nadie recuerda, para que luzca para ellas la Luz perpetua, Descansen en Paz.

Fotografía: Archivo de la Hermandad

 

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