Con motivo del comienzo en la Cristiandad de la novena previa a la festividad de la Inmaculada Concepción de María, la Virgen de las Angustias ha sido ataviada con los colores propios de la fiesta: manto celeste bordado en plata y saya bordada, en el mismo metal sobre tisú blanco, realizados por Fernández y Enríquez en 2003.
Estrena un hermoso tocado de tul bordado en plata de la primera mitad del siglo XX donado por Manuel Camacho Cañavate. Porta, ademas, puños antiguos de plata y pañuelo antiguo de punto canario, un fajín celeste con brocados del siglo XIX, con agremanes y flecos antiguos de plata donado por un grupo de hermanas.
Lleva rosario de plata y marfil donado por Enrique Rasco. Y para simbolizar su Pureza en tan solemne fiesta mariana, porta la azucena bordada en oro por las Hermanas Martín Cruz en 1988, con motivo de su Coronación Canónica. En el pecho lleva cruz antigua de estilo isabelino, el broche del Patronazgo sobre los Donantes de Órganos y el de Cayetano. Por último lleva toquita de sobremanto de encajes de Bruselas del siglo XIX.