Como cada 8 de septiembre,  la Iglesia celebra la Fiesta de la Natividad de la Virgen María, justo nueve meses después del 8 de diciembre en el que se celebra su Inmaculada Concepción. Es una entrañable festividad porque conmemora el Nacimiento, la llegada al mundo de ese regalo que nos hizo Dios con su Bendita Madre.

Desde tiempo inmemorial los artistas han recreado ese feliz momento en multitud de obras, tanto escultóricas como pictóricas, con deliciosas representaciones llenas de anécdotas cotidianas, sin olvidar escritores que llevaron al verso el Nacimiento de la Virgen.

Es también un día en el que celebran multitud de pueblos sus fiestas patronales y muchas hermandades celebran cultos y funciones en honor de sus Titulares Marianas ya sean de Gloria o de Penitencia.

En nuestro caso, era costumbre celebrar un triduo en el altar mayor de san Román y posteriormente un traslado en andas de la Virgen hasta la capilla Sacramental. Cuando se cambiaron las Reglas se unificaron los triduos en la Festividad de la Presentación de Jesús, pero permanece esta Función Solemne con la que iniciamos el curso cofrade. Y de aquel traslado permanece la procesión que celebramos con las andas de la Virgen.

Por tal motivo, y siendo el 8 de septiembre un día muy emotivo en la Hermandad de Los Gitanos en el que celebramos la natividad de nuestra Madre, la Santísima Virgen ha sido ataviada con su saya roja de Caro de 1972 y el manto azul de terciopelo de 2004 con friso de un manto antiguo y bordados de Fernández y Enríquez.

El tocado es un encaje francés antiguo de plata donado en 2015 por la Priostía y el Cuerpo de Diputados. Lleva preciosa toca de hojilla de oro sobre tul dorado del siglo XIX entolado por Joaquín Salcedo y donado por el grupo de Mujeres de la Virgen en 2024.

Estrena pañuelo de encaje de Brujas del siglo XIX y puños del mismo siglo realizados en punto de aguja, donación ambos de Francisco Conde.

Porta diferentes alhajas de su ajuar entre las que destacamos su Puñal de oro, el broche del patronazgo de los Donantes de Órganos, la Cruz de Gabriel Ferreras, el Rosario decimonónico y el broche de tres amatistas y brillantes que le donó un grupo de Hermanos. Una medalla de oro con la Virgen Niña como recuerdo a la festividad que celebramos y en su cintura la medalla de oro de la Hermandad de la Esperanza de Triana como prólogo y recuerdo a las Misiones que Dios mediante va a celebrar próximamente la querida Corporación trianera.

Como exorno floras sobre sus andas lleva flores blancas predominando el dulce aroma de los nardos.

Hoy nos nace sin pecado
la más hermosa Doncella
Virgen dulce, Pura y Bella,
de perfil tan delicado
que te deja enamorado
con su carita morena.

La Madre más santa y buena,
porque un Rosal de ternura
florecerá en su cintura
cuando llegue Nochebuena.

Para que pase a la historia
Santa Ana que es su Bata
con su Hija se retrata
junto a Jesús en la Gloria,
de ese palio que es memoria
de raíces y de raza,
de madroñera que abraza
al varal que se estremece,
del paso atrás que La mece
y sus Angustias Disfraza.

Que ángeles y santoral
recen con delicadeza,
bendita sean Tu Pureza,
cuando pises el umbral.

Y de Osario al infinito
esta noche sevillana,
el eco de una campana
con compás de bulería
cante feliz en tu día
a esta Mocita Gitana.

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