El 12 de enero de 1.425 es el día en el que se documenta la entrada de los primeros gitanos a la Península Ibérica, celebrándose en este 2025 los seis siglos de tal efeméride. Nuestra Hermandad, fundada hace 272 años en un contexto histórico muy difícil para la supervivencia del pueblo gitano, donde los gobernantes de la época odenaban la prisión general de gitanos, el intento de exterminio más importante de la historia de España, es modelo de fe, supervivenvia, resilicencia, perseverancia… y ejemplo de convivencia entre gitanos y no gitanos, entre hermanos libres e iguales de un mismo Dios.
Con motivo de esta efeméride celebrada en España a todos los niveles, y en memoria de nuestros hermanos gitanos fundadores, la Hermandad, entre el 7 de noviembre y el 7 de diciembre ha celebrado un completo programa de actos, cultos y actividades de «Clausura del Año del Pueblo Gitano». El punto y final a este calendario se ponía el pasado domingo, 7 de diciembre con la celebración de una Eucaristía Flamenca, Solemene Misa Estacional cuya sagrada cátedra ocupó don José Ángel Saiz Meneses, el Arzobispo de nuestra Archidiócesis de Sevilla.
Fue una misa en la que contamos con una representación de nuestros Hermanos Gitanos y antiguos hermanos mayores, así como Hermanos Mayores y miembros de Junta de Gobierno de las Hermandades de Los Gitanos de Lebrija, Utrera y Jerez; junto a la Delegada del Casco Antiguo de Sevilla, María Amidea Navarro Rivas; dos de los cuatro ponentes del ciclo de ponencias, Sor Belén Carreras Maya y Antonio Zoido, así como el Delegado Diocesano de la Pastoral Gitana, don Antonio Barragán, nuestro párroco, don Francisco Blanc Castán; don Jaime Conde, párroco de la Oliva; y don Sergio Codera, parroco de Jesús Obrero del Polígono Sur, que concelebrarón esta Misa Flamenca.
La eucaristía contó con los cantes hecho oración de la mano de Esperanza Fernández, que emocionó a los asistentes con el pellizco que le pone al «Gelem, Gelem» en el canto de entrada; José Valencia nos ofreció las Bienaventuranzas, el Santo por tientos y unos villancicos como Canto en la procesión de Salida; y Manuel Monje que en la Comunión nos regaló la Zambra del Ruego y como Canto final a la Virgen, la Plegaria «Madre de los Gitanos». Todos ellos acompañados por el toque flamenco de El Perla.
Durante la homilía, nuestro Arzobispo don José Ángel Saiz Meneses, quiso recordarnos que «La Iglesia reconoce y valora la vivencia religiosa de vuestro pueblo, el Pueblo Gitano. Marcada por la cercanía, la sensibilidad, la defensa de la familia, la dignidad de los mayores, el valor de la palabra dada, el respeto a la vida y la fuerza de la fe vivida en comunidad. El Pueblo Gitano tiene un lugar en el corazón de la Iglesia, un lugar propio, querido y respetado».
El 7 de diciembre, se escribió una nueva página en la historia de la Hermandad, donde además de poner en valor la fe del Pueblo Gitano y su pertenencia a la Iglesia, memoramos nuestras raices fundacionales. Suscribiendo las palabras que nuestro Hermano Mayor, José María Flores Vargas, dedicó en la Oración Ambiental: «Gelem, Gelem, anduve, anduve, dice la letra del himno del Pueblo Gitano. Así se siente la Hermandad de Los Gitanos, caminante peregrina de la luz y la esperanza desde el corazón de la Iglesia. Que la Virgen de las Angustias, la madre de Dios y Reina de Los Gitanos, cobije bajo su manto a nuestra Hermandad, y nos ayude en nuestro caminar, todos juntos y en comunión, siguiendo los pasos del Señor de la Salud. Porque Dios está con nosotros».
Puedes volver a ver la Misa Flamenca completa aquí.
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