El pasado sábado 25 de enero, tal y como estaba previsto, niños, padres y catequistas de la Hermandad Sacramental de Los Gitanos, acudimos a la Fiesta de la Jornada de la Infancia Misionera que tuvo lugar en el Colegio San Antonio Mª Claret de la capital sevillana organizada por la Delegación de Misiones y la colaboración de la Delegación de Migraciones. Una actividad que coincidía, además, con la presencia en nuestra Archidiócesis de la “CRUZ DE LAMPEDUSA”. Cruz bendecida por el Papa Francisco en 2014 y realizada con trozos de pateras naufragadas en el Mediterráneo, con la intención de “que recorra el mundo como signo de fraternidad y acogida entre todos” (Francisco, abril 2014)

Tras la acogida de más de 500 niños pertenecientes a diferentes parroquias y organizaciones católicas de la archidiócesis, el día comenzó con la procesión de entrada encabezada por la Sagrada Familia a la que acompañaban la ya nombrada Cruz de Lampedusa y los sacerdotes D. Eduardo Martín Clemens y D. Salvador Diánez Navarro, Delegados Diocesanos de Misiones y Migraciones respectivamente.

La oración corrió a cargo de Luis Alfonso García Inurria, profesor del Colegio Claret, y tras la lectura del Santo Evangelio por Sor Cristina Fernández, misionera teatina, el Padre D. Salvador explicó a niños y mayores el significado de esta “cruz misionera” que está recorriendo tierras andaluzas.

Esta primera parte concluyó con los testimonios de Amelia, joven sevillana que el pasado año se trasladó como voluntaria hasta la misión de Tanguieta (Benín), los migrantes Raul, de Camerún, y Jean Baptiste de Senegal, que contaron a los presentes como, tras muchas visicitudes, consiguieron el sueño de un trabajo o estudiar ingeniería en la Universidad Hispalense respectivamente. El relato de la experiencia misionera del Padre Rocky, misionero claretiano, sirvió para cerrar los testimonios que ponían en valor la “misioneidad” que ya Francisco pedía como una actitud relevante a las organizaciones católicas de piedad popular.

Concluidos los testimonios, y con el alma de esos niños de 9 a 14 años impregnadas de sentimiento misionero, asistimos a la representación del pasaje de “la Huida a Egipto de Jesús, María y José”, una familia migrante más . Cabe resaltar el hecho de que en dicho pasaje, nuestro hermano Juan Antonio García Rodríguez fue el encargado de interpretar al Rey Herodes el malvado personaje provocador de la matanza de los inocentes, un Herodes tan bien interpretado que, según las palabras del Padre D. Eduardo, no fue un “Herodes malvado, sino un Herodes muy malvado”.

Durante la celebración de la gymkana (en la que beduinos ataviados con el ropaje de nuestros acompañantes en el cortejo del Cartero Real guiaban a los jóvenes participantes por Egipto) pudimos comprobar el compromiso de estos niños sevillanos de proteger por siempre a Jesús y a niños como El, que, por diferentes motivos, tienen que huir de sus hogares en busca de un mundo mejor.

Tras los juegos, la jornada finalizaba con el sorteo de dos camisetas de los equipos de fútbol  sevillanos y muchos más regalos, y, como no podía ser de otra manera, un emotivo, y a la vez divertido acto de despedida y de Acción de Gracias.

Así, este 25 de enero, se ha convertido probablemente para nuestros hermanos asistentes a esta entrañable jornada, en el principio de un “nuevo estilo vida misionero”, tal y como nos pide nuestro Arzobispo D. Juan José Asenjo en su carta dirigida a los niños de nuestra Archidiócesis con motivo de las Jornadas de la Infancia Misionera cuando nos exhorta a “mirar con amor a las personas más necesitadas”.

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